Su noción de «economía del cuidado» ha contribuido a actualizar el debate feminista sobre las formas de organización de la reproducción social y a reconocer el impacto de estas en la reproducción de la desigualdad. Introducción La cuestión de la desigualdad es una preocupación relevante para visiones críticas y heterodoxas de la economía que contrastan con la mirada ortodoxa, concentrada centralmente en explicar el funcionamiento de los mercados, y con ello, la perfecta asignación de recursos económicos para una producción óptima. La economía feminista se ubica dentro de este conjunto de miradas alternativas y hace una contribución específica al explicar las raíces económicas de la desigualdad de género. Uno de los aspectos centrales de esta mirada refiere a la explicitación de la manera en que las sociedades resuelven la reproducción cotidiana de las personas y al rol que esto juega en el funcionamiento económico y en los determinantes de la desigualdad. Utiliza para esto el concepto de «economía del cuidado». En la primera sección abordamos brevemente en qué consiste esta corriente de pensamiento.
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Factura de una entrevista realizada para la elaboración de un artículo para buyer. Influye principalmente en varios aspectos: En la toma de decisiones. En la forma de compartir la vida. La pareja es una unidad social y como tal ha de tener una economía propia y bien establecida. Denial hay que olvidar que, incluso en el régimen de separación de economía cada miembro del matrimonio tiene la obligación de contribuir a la economía de la pareja de forma alícuota a sus ingresos. Hay que adeudar cuidado con las diferencias entre los bienes de uno y otro cuando son importantes. Así queda la relación económica clara y explícita. Cuando las diferencias no son muy grandes el régimen solamente influye en la faceta de compartir la vida.