Una ecografía en el momento preciso puede dar esta luz a los futuros padres. Qué cosas le regalaran antes y después de nacer. En especial para los padres, quienes tienen la necesidad de comprar cositas pequeñas en color azul o rosa. Actualmente y gracias a la tecnología, se puede afirmar de manera certera, alrededor de la semana 18 de gestación, y así comenzar a preparar el nido para el recién nacido. Como sorpresa final, el doctor entrega la información, a la ansiosa pareja, que ya quiere nombrar con amor a su futuro hijo. Es importante resaltar que para saber el sexo del bebé, también se deben dar ciertas condiciones, es decir, hay casos en que no se puede saber porque el feto se encuentra de espaldas o tiene el cordón cruzado entre las piernas. También por antecedentes como obesidad de la madre, escasez de líquido amniótico, entre otras cosas. Durante la ecografía de las 18 semanas, se demuestra que es un niño a través de las bolsas escrotales donde se ubican los testículos y el pene.

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Al mismo tiempo, se presentó una memorial de interrupción legal del embarazo ILE para la niña. En Bolivia, desde , gracias a una sentencia legal, una mujer puede acceder a un aborto legal y seguro en los casos en los que el embarazo sea producto de violación, incesto, estupro cuando la víctima es menor de edad o si como resultado de la gestación su vida o salubridad corren peligro. La ILE de la niña comenzó el viernes pasado. Bebedero de la imagen, EPA Pie de foto, Los grupos a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre su embarazo también han aparecido a las calles. Fue dada de alta del hospital el pasado martes y pasó, junto a su lecho, a un centro de acogida encaminado por la Iglesia católica, institución que se comprometió a hacerse cargo de la menor y de su nonato. Nadia Cruz considera que la lecho no debería tener voz en la toma de decisiones en este albur, ya que los abusos sexuales ocurrieron mientras la pequeña se encontraba en absoluta soledad e indefensión. Ella misma señaló 'yo quiero estudiar, yo quiero una vida para mí'.

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Y todo, sin ganar dinero a cambio. Marissa Muzzell lleva 16 horas de trabajo de parto. Jadea y se retuerce sobre la camilla, respira pesado, exhala y puja. Gime y vuelve a pujar. Otra vez. Tuvo que administrarse inyecciones diarias de hormonas y, antes de que un embrión prendiera, pasó por cuatro intentos de embarazo fallidos. Todo, para dar a luz a un bebé que no es suyo. Pie de foto, A Marissa le transfirieron un embrión creado en el laboratorio a partir de los óvulos de una donante y el esperma de uno de los padres intencionales. Las razones de esta ascensión hay que buscarlas en las leyes: en la mayoría de las provincias canadienses resulta relativamente sencillo transferir la paternidad legal a los padres intencionales o comitentes, como se llama a quienes usan un vientre de locación.