Olvidemos las piernas y los escotes, la parte de la anatomía que ahora triunfa es la parte exterior de las nalgas, que desnudas son la prueba inequívoca de que su dueña se ha dejado las bragas en casa. Aunque prescindir del sujetador sea un acto meramente coqueto, éste tiene ya unas connotaciones feministas inamovibles. El sostén oprime, oculta y reserva para su dueño el objeto fetiche de la feminidad: los pechos. O los moldea en formas imposibles —hasta de cono puntiagudo—, para ser consumidos por el capitalismo erótico.
TABLA DE TALLAS DE BRAGUITAS:
POR TI. Y mucho menos oliendo a sudor. Por norma general, todas las chicas hacen lo mismo antes de quedar contigo. Siguen una serie de rituales que solo se conoce entre el mundo femenino. A lo loco. Por ejemplo, esperamos que tras levante artículo, los hombres que esperen anegar después de la cita alaben las braguitas que ha elegido cuidadosamente su chica y no que solo se las quite como un perro en celo , que elogie la lenidad de sus piernas ya que ha sufrido para estar así de 'antinatural' para ti o que no account cómo tiene la casa de desordenada cariño, no ha tenido tiempo de limpiar por estar examinando su vagina. Saca la lencería que nunca usa A pesar de que siempre la has visto en lencería fina, jamás la utiliza en su día a día. De esas de algodón que se pueden poner con cualquier arras.