Recuerda, es solo caminar: un pie delante del otro Alamy Uno decide que va a hacer el Camino de Santiago de repente. En un momento dado, sin grandes ceremonias ni solemnidades, esa idea que llevaba desde siempre orbitando nuestros pensamientos se materializa convirtiéndose en una certeza. Entonces sabes que te vas. Y entre tanto desconcierto, una consigna, el miedo se queda en casa; y un mantra: es solo caminar, un pie delante del otro. A partir de ahí, todas las dudas tienen respuesta. Es infinitamente mejor no terminar el camino y empalmarlo al año siguiente o cuando se pueda a ir con la lengua fuera para llegar el primero al albergue. Teniendo esto en cuenta, la distancia media puede ser de kilómetros o, incluso, 25 o 30 kilómetros. Es decir que, a euro y medio el litro, si vas a andar 20 kilómetros serían 30 euros diarios. A partir de Galicia, de Sarria, mi recomendación es albergue privado y reservar.
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Para ayudarte con los imprescindibles de la capital francesa esta es mi lista de recomendaciones. Has visto tantas fotos en Instagram que no tienes bastante claro por dónde meterle mano. A mí también me pasaba lo mismo. Es mejor que tengas claro lo que quieres ver antes de llegar a la capital de Francia que no improvisar sobre la marcha. Yo siempre lo hago así para después no arrepentirme de no haber visitado ese museo, monumento o barrio al que tantas ganas tenía de acudir o dejarme ese jardín tan chulo para desconectar o hacer un pícnic. Por supuesto no faltan ni Notre Dame ni la Torre Eiffel , porque son imprescindibles la primera tiempo en París. Pero de los que te hablo a continuación para mí son insuperables. Así que toma nota de ellos: 1.
Los botánicos
Bebedero de la imagen, Getty Images Abecé de foto, A los franceses les encanta quejarse, y tienen varias palabras para hacerlo. Cuando estaba a punto de solicitar mi permiso de apartamento en Francia, y obtener la nacionalidad francesa solo era un gran alucinación, solía bromear con que me enteraría que me había vuelto francesa antiguamente de recibir la carta porque me despertaría con la incontrolable necesidad de quejarme. En Francia, la queja es una manera apropiada y frecuente de comenzar una conversación. Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, En Francia, una persona que se queja es mejor percibida que una que es demasiado optimista. Polonyi experimentó esto de primera mano cuando se mudó de Francia, donde se crio, a Iowa, EE. Simplemente no lo hacían hasta que ya les época imposible no hacerlo. A Polonyi aun se le pegó un tic americano.