Nuestra imaginación es libre… y por cruel o extrañas que sean nuestras fantasías son solo eso. Pero los porcentajes, sin duda, serían mayores si incluyeran a quienes gustan de juegos tan inocentes como vendarse los ojos, esposarse o darse unas cuantas nalgadas en casa. Privación sensorial. Haz la prueba: cierra los ojos y acaríciate, después haz lo mismo, mirando. Nada que ver. No hace falta causar dolor salvo que eso quiera el sumiso y no deben cortar la circulación sanguínea prohibido el cuello. De hecho, para novatos, bastara que generen la sensación de no poder desasirse. Si queréis probar, empezar con la mano y centraros en las nalgas. Tiempo tendréis para perfeccionar vuestras aptitudes.
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Pues normal. Pero eso también lo pensamos muchísimas mujeres que pasamos la quincuagena y tenemos a nuestro lado a un marido barrigón y medio pelado. Pues seguramente, no. Igual que ni lo harían ellos. Y eso denial quiere decir que no quieras muchísimo a tu marido, pero chica, es que soñar es gratis y denial hace daño a nadie. En cambio, tu artículo es muy amargo y destila mucho rencor hacía los hombres. Pues yo te lo digo, porque os interesa que sigamos perpetuando esta idea, que os viene muy perfectamente a los tíos seguir teniendo dinero blanca. No me considero un tio guapo, soy del monton, me imagino los chicos de hoy en dia fibrados de gimnasio y guapetes que trabajan hoy en dia en esta profesion lo que tendran que apechugar con respecto hace veinte años que es lo que yo cuento, y bueno , de las conversaciones denial te he comentado nada, pero denial tenian desperdicio. Y un gigoló jamás, nunca con una pensionista de euros.
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60 respuestas a “Cuatro ideas Grey para darle un toque «sado» a tu vida sexual”
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