En los pueblos precolombinos cada grupo indígena concibió la sexualidad de acuerdo con su cultura; en el Nuevo Reino de Granadalos caudillos desnudos promovían las relaciones homosexuales entre sus seguidores, lo que escandalizó al cronista fray Pedro Simón quien indignado sentenció a todas estas naciones por haber «caído en el pecado nefando». Durante la infancia, si un niño papago no mostraba inclinación hacia juegos relacionados con el género masculino, era conducido a un rito consistente en la colocación de una cerca con un arco y una cesta en el medio; se le pedía al niño que escogiera y, si salía con la cesta, se asumía que era un berdache. Posteriormente, el niño era criado de una forma acorde a su personalidad e intereses. También en este caso, el resultado era de aceptación, y el niño era educado de acuerdo a su condición de «berdache». Los muxe nacieron varones pero se visten con ropa de mujer y asumen roles femeninos en la comunidad. Un estudio antropológico realizado durante la primera mitad de la década de los 70 encontró que aproximadamente el 6 por ciento de la población masculina del Istmo de Tehuantepec estaba compuesta por muxes. Los Incas tuvieron mucha consideración por las mujeres, las cuales que tenían gran desenvoltura y mucha libertad en el trato social, gozaban de muchos privilegios e incluso podían participar en combates en tiempos de guerra. Igualmente, se les permitía tener diferentes parejas sexuales y participar en la toma de decisiones.
Hombres Bien Dotados - Contactos Gays
Antiguamente de salir de Estados Unidos, me enseñaron el idioma en un emporio de capacitación, y ahí lo conté por primera vez en voz alta: Me gustan los chicos, le balbuceé a un líder mormón entre sollozos, y me abrazó. En mi anales esa noche, escribí Me siento libre, porque ese peso, al menos en parte, se había aligerado. Pero denial todos los líderes religiosos fueron complexion comprensivos ni bondadosos, y pronto empecé a sentirme cuestionado. Para ser apóstol, hay que superar algunas visitas médicas y un largo proceso de entrevistas. En mi caso, me hicieron muchas preguntas sobre mis preferencias sexuales. Me transmitieron la sensación de que tenían miedo a que me convirtieran en un mal ejemplo para el excedente de misioneros. No quería ser como ellos. Crecí en un entorno devoto donde se premiaba ajustarse a las normas y se penalizaban las ideas propias.